Podemos lograr una vida de abundante salud, paz y desarrollo para Loíza

Como profesora que combina su formación en las humanidades y el derecho para trabajar en proyectos vinculados a las personas privadas de libertad, reconozco que la labor que realiza Taller Salud es vital. Mi interés y admiración por el trabajo de Taller Salud surgió gracias a mis colegas de la Universidad de Puerto Rico quienes en el pasado colaboraron con TS y compartieron conmigo sus experiencias con las iniciativas vinculadas a la salud y el bienestar de las mujeres y el de la comunidad en general. Posteriormente, tuve la oportunidad de contar con la colaboración de Lourdes Inoa, gerente del programa Mujer y Salud, en el Proyecto de Estudios Universitarios para personas confinadas de la UPR. Lourdes trabajó durante un semestre con el grupo de mujeres estudiantes del Recinto de Río Piedras que se encuentran confinadas y el impacto de su intervención en estas vidas es solo una muestra del poder de las iniciativas que Taller Salud genera.

Mi trabajo con la población de personas encarceladas en Puerto Rico me ha demostrado de forma directa y clara la necesidad de un cambio de visión respecto a lo que llamamos justicia y la urgencia de un cuestionamiento del modelo punitivo a la hora de administrarla. Taller Salud ha sido pionero en el país al poner en marcha programas, como Acuerdo de Paz, que parten del modelo de la justicia restaurativa para propiciar el manejo de conflictos y las violencias desde un espacio humano y que toma en cuenta a todos los actores sociales. A su vez, propician el desarrollo comunitario justo y aspiran a la paz social. La labor y el compromiso de Taller Salud es vital para un futuro saludable como mujeres y como pueblo.

Apoyar a Taller Salud es construir un mejor país.